Esta metodología es el resultado de estudios que hicieron psicólogos a gente que practica el Aikido y el Reiki.
La idea, al igual que un practicante de Aikido es armonizar con nuestro entorno para reforzar los pensamientos asertivos y positivos.
Emociones como la ira, el enojo o la rabia descontrolada no aportan nada a nuestra salud emocional, sino que la perjudican gravemente, alejándonos de la calma y la paz interior que tanto ansiamos alcanzar.
Según el principio Shinpai suna, lo único que necesitamos en nuestras vidas es tratar con empeño de alcanzar nuestros objetivos, dando lo mejor de nosotros mismos.
El principio Kan sha shite, nos dice que una de las claves para alcanzar la plenitud espiritual es ser agradecido y dar valor a lo que se tiene en cada momento.
Uno de los fundamentos de esta disciplina se basa en entender a cada individuo como parte de un todo, una misma alma y una misma energía, que componen entre todos al universo.
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