AIKIREIKI TERAPEUTICO

El Aikireiki terapéutico armoniza tu mente y tu cuerpo. Para ello, debes estar consciente de lo que te sucede, y allí es donde comenzamos a ayudarte.

Todo comienza con la mente

Los padecimientos mentales y varios de los corporales están relacionados con conflictos internos en la mente que no siempre se logran distinguir por la persona que los experimenta. Se trata de cadenas de pensamientos y sentimientos que se generan a partir de experiencias negativas desde la niñez hasta la adultez.

Cada pensamiento que tenemos provoca determinados sentimientos, y cada sentimiento genera determinados pensamientos. Este es un flujo que ocurre en el cerebro a través de neurotransmisores, que son mensajeros químicos que se producen en el cerebro y nos ayudan a afrontar situaciones sencillas y complejas. De acuerdo con nuestra educación en casa, la influencia de personas cercanas como amigos, y la formación que obtenemos en la escuela, se van programando estas cadenas de pensamientos, que pueden ser tanto positivos como negativos en el caso de las enfermedades.

La mente es como una computadora que se va programando día a día con la información que recibimos y las experiencias que tenemos. También, según la educación en casa y la formación en la escuela, interpretamos lo que nos sucede. Por ejemplo, si nací en un hogar donde el padre es violento con la madre y, además, es alcohólico, puedo interpretar que la mujer no tiene valor, y que un verdadero hombre es aquel que consume mucho alcohol y es violento. Alternativamente, puedo concluir que todos los hombres son malos y que ninguno es justo. Cualquiera de estas interpretaciones es errónea, pero bajo la angustia y la presión de lo que nos sucede, vamos creando un sistema de creencias erróneo.

Estas creencias son las que utilizamos para interpretar la realidad de lo que nos sucede y lo que creemos que debería ser para nosotros y para los demás. Es la programación que se ha hecho en nuestra mente. Desgraciadamente, esta programación, cuando es negativa, actúa como un virus en nuestra computadora cerebral, resultando en estados de sufrimiento.

Así es como se genera el sufrimiento, que es una programación compleja de pensamientos y sentimientos negativos provocados por malas experiencias.